martes, 30 de agosto de 2011

Desnudando a Antonio López


Magnífica la exposición sobre Antonio López que el Museo Thyssen-Bornemisza acoge hasta el próximo 25 de septiembre. En la muestra, que según me cuentan ha sido la sensación del verano museístico de Madrid, se puede ver tanto los grandes temas de creación de Antonio López en las últimas décadas y una mirada retrospectiva hacia la trayectoria del artista desde sus inicios hasta su madurez.

En rasgos generales, me ha parecido una exposición fantástica, con unas obras pictóricas de gran belleza, pero también con una pequeña producción de esculturas que me han llamado mucho la atención, como su proyecto más ambicioso: Hombre y mujer, que esculpió a lo largo de 26 años, el reciente Hombre tumbado o una escultura de un bebé dentro del moisés.

Pero, por supuesto, me ha parecido sublime la sala con todas sus perspectivas de la Gran Vía, la mayoría pintadas se supone que un 1 de agosto a distintas horas del día, con lo que las luces cambian totalmente el panorama de la centenaria arteria madrileña. También está aquí el cuadro que sirve de portada a la exposición de la Gran Vía esquina con la calle de Alcalá y que ha sido pintado durante dos años desde uno de los balcones del bufete Ashurst.

Es curioso que viendo estos cuadros de la Gran Vía -muchos inacabados a propósito- se aprecia como López no pinta nunca en ellos coches cuando da forma al asfalto. Desconozco el motivo, pero sugiero que no le agradan en exceso por su ruido, por la contaminación y por entorpecer el placentero paseo por el centro de un Madrid que tanto ama y que tanto ha reflejado en sus cuadros durante décadas.

Hay otras imágenes muy bellas del Madrid actual, como una vista de la Avenida de América desde lo alto de las Torres Blancas. “Es como si fuera una foto, es increíble”, susurra una señora a mi lado contemplando el cuadro. Razón no le falta. El perfeccionismo de los detalles de algunos cuadros de López es espectacular.

Por último destacar que me ha gustado mucho un cuadro de una nevera abierta con comestibles en su interior (Nueva nevera 1991-1994) porque me ha acercado enormemente a la vida cotidiana y por su intenso realismo. Curiosamente es un cuadro de la colección del presidente de ACS y el Real Madrid, Florentino Pérez. Y por el contrario, no me ha gustado en exceso una serie de cuadros con motivos florales. Pero en definitiva, una muestra muy recomendable que no deberías perderte.

martes, 11 de enero de 2011

El rey de la selva vendrá a Madrid


En estos primeros compases del año tan propicios a resumir el pasado ejercicio y adelantar lo que viene en el presente curso, leo en algún lugar que la compañía Stage estrenará el musical El Rey León de Disney en el tercer trimestre de 2011.

Es una gran noticia para todos los aficionados al teatro musical, como es mi caso, porque sin duda es una de las mejores producciones de este género que circulan desde hace años en el panorama mundial. Tuve la oportunidad de verla hace como nueve años en el West End londinense donde se representa desde 1999, y hace tres años en Broadway –donde se estrenó en 1997- estuve a punto de repetir, aunque al final me decanté por otro también de Disney que aún no había visto: Mary Poppins.

El musical de El Rey León, basado en la película de Disney de 1994, con música de Elton John y letras de Tim Rice, destaca sobre todo por su espectacularidad. Es una producción con una grandísima puesta en escena con más de 50 actores sobre las tablas, casi todos disfrazados y caracterizados como animales de la selva y una veintena de músicos.

Recuerdo que cuando la vi en Londres me sorprendió, además de lo bien que cantaban los actores, lo bien que se movían en el escenario simulando las jirafas, los leones, las hienas y demás criaturas selváticas y las fantásticas coreografías, con unos ritmos africanos que se metían irremediablemente dentro del cuerpo. Si a todo esto le añadimos la maravillosa música de Elton Jonh y las letras del aclamado Tim Rice, hace de este rey de la selva, una apuesta segura para la Gran Vía madrileña.

Algo tendrá esta excelente producción que ya ha sido vista por más de 54 millones de personas en 15 países, que se ha traducido a cinco idiomas y que ha recaudado en todo el mundo más de 3,2 billones de euros. Con suerte la veremos en Otoño en el Teatro Lope de Vega de Madrid, que tendrá que transformarse para poder albergar esta producción tan compleja técnicamente. Yo repetiré, de eso no tengo ninguna duda.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Marca Sports Café por Navidad


Madrid tiene desde hace unas semanas, casi coincidiendo con la época prenavideña, un nuevo restaurante temático dedicado al mundo del deporte. Bajo la enseña del diario Marca, se ha abierto en el Paseo de Recoletos de la capital, a escasos metros de la Biblioteca Nacional y la Plaza de Colón, un local de 800 metros para vivir las emociones de deportes mayoritarios como el fútbol, el baloncesto, el tenis, las motos o la Fórmula 1 y otros no tanto como el rugby, hockey sobre hielo, dardos, cricket, etc.

El grupo Unidad Editorial, editor de Marca, y la sociedad santanderina Cántabra Sports Café han puesto en marcha este nuevo proyecto empresarial, cuyo objetivo es que se convierta en una cadena con, al menos, cinco locales en España. El local de Madrid, en pleno centro, muy cerca de su vecino musical Hard Rock Café, cuenta con más de 40 pantallas de televisión, alguna de ella gigante, zonas de videojuegos, una decoración con fotos de deportistas, portadas del diario Marca, una barra de bar redonda enorme... y una tienda de productos deportivos. Además también han incrustado un estudio de Radio Marca, donde se emitirán programas en directo y entrevistas a deportistas famosos.

No dudo de que el Marca Sports Café va a ser un éxito abosluto, por su concepto, por su ubicación y por la asociación con "Marca". Será el lugar perfecto para vivir en directo los grandes partidos de fútbol de la Liga y la Champions no sólo del Real Madrid -cuando no se tengan entradas para ir al campo- sino de otros equipos, pues Madrid alberga seguidores de muchos equipos. Algo parecido a lo que sucede en el famoso The Sports Cafe de Londres que muy bien conozco, en Haymarket, donde se reunían (nos reuníamos) aficionados de varios clubes europeos y lationoamericanos para seguir a sus (nuestros) respectivos equipos.

En estos sitios, lamentablemente, la comida suele ser lo de menos, pues no solemos ser demasiado exigentes mientras tengamos una buena pantalla, buen sonido y unas buenas cervezas. Pero el otro día tuve la cena de Navidad de mi grupo (Unidad Editorial) en este lugar y la verdad es que todo lo que sirvieron en plan "cóctel de pie" estaba bastante bueno. La carta de este nuevo lugar, consagrada al deporte en sus nombres, es muy parecida a cadenas tipo Fosters Holywood o TGI Fridays, con aros de cebolla, alistas de pollo, hamburguesas, quesadillas, ensaladas, sandwiches, perritos calientes, costillas... (e incluso menús para niños y para celiacos) y si tu equipo favorito gana, puedes seguir tomando copas para celebrarlo.

Así que, ya sea en lo poco que queda de 2010 o ya en el año nuevo, Marca Sports Café será una gran opción para disfrutar a tope del mejor deporte en buena compañía. ¡Feliz 2011!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

¡Aquí hay tomate!


En los últimos meses he estado ya dos veces en el que, sin lugar a dudas, es uno de los restaurantes de moda de 2010 en Madrid. Curioso, ninguna de las dos ocasiones lo he elegido yo, pero es que cuando un restaurante se ponde de moda, ya se sabe... tanto, que me dicen que ahora es casi imposible reservar, que hay días que casi no cogen el teléfono. En fin...

Bar Tomate, un nombre reconozco que muy original, es la apuesta madrileña del grupo Tragaluz que está triunfando con la mayoría de sus restaurantes en Barcelona. Está ubicado en el distrito de Chamberí, pero casi al lado de Castellana y muy cerca del Barrio de Salamanca, con lo que destila algo de pijerío. Al mediodía, muchos ejecutivos de las empresas de la zona y por la noche, gente que se quiere dejar ver y probar nuevos sitios. El local, muy estilo neoyorquino, es de esos que parece destartalado, o lo que en personas sería algo desaliñado, pero si te fijas bien, está hecho así a propósito, sin perder de vista el más mínimo detalle. Un salón a la calle con ventanales a Fernando el Santo -en donde he comido las dos veces- y otro interior. Me pareció ver también dentro una mesa larga para compartir, tan propio de culturas más anglosajonas. Me llamaron la atención unas lámparas con forma de libros. En definitiva, una decoración curiosa, divertida, distinta.

La comida no está mal, lejos de ser uno de los grandes comedores actuales de la capital. Una cocina mediterránea pero algo creativa, con croquetas, tomates (que para algo se llama asé el sitio), ensaladas, hamburguesas, carpacccios, risottos, solomillos, steak tartar o un tartar de atún sobre guacamole, que por ejemplo yo probé y que estaba muy bueno. La carta de vinos algo escasa. Los postres a base de tartas y helado, aunque me gusté el detalle del surtido de quesos del país. El servicio de mesas algo regular. De precio es moderado, aunque me dicen que han subido algo los precios últimamente. La fama, es lo que tiene. Sale en torno a las 35-40 euros con vino.

En fin, si quieres una buena y breve conclusión. Vete si eres un novelero y quieres ver y dejarte ver, pero no vayas si lo que quieres es un sitio de buen comer.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Juguetes y sueños


El verano, que irremediablemente ya pone fin, nos ha dejado dos buenas películas que aún permanecen en lo alto de las listas de las opiniones de los críticos y nada mal situadas en la taquilla. Toy Story 3 y Origen han animado el periodo estival tan propio de bodrios y cine exclusivamente “de palomitas”.

Toy Story 3 es el colofón a una trilogía genial del director John Lasseter y de Pixar y Disney, que han creado una bonita historia 15 años después del comienzo de la saga, que aúna colorido, diversión, suspense, miedo, tristeza y, por supuesto, alegría. ¿Quién dijo que los dibujos animados son para niños?

Origen ha sido un gran descubrimiento en el séptimo arte. Muchos la califican como la película del año, no sólo por su calidad cinematográfica sino por su capacidad de sorprender y adentrarse en el cine del siglo XXI, donde los efectos especiales se pueden combinar con buenos guiones sin necesidad de que la película sea un bluf.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Un bokado en el jardín


El verano se acaba. Da igual que oficialmente hasta el 22 ó 23 de septiembre no cambiemos de estación. La realidad es que el periodo estival está a punto de expirar. La gran mayoría de los españoles lleva ya un par de días en el tajo, y los que no, apuran las vacaciones en la playa, o en las piscinas de las ciudades a las que les quedan pocos días de vida. Pero si tenemos suerte, y el tiempo nos da una tregua, todavía podemos disfrutar de unos días más de alguno de los fabulosos restaurantes con terraza con los que cuenta Madrid.

Uno de los que más me gustan para esas noches de verano calurosas es Bokado. Su ubicación, un poco a desmano si vives en Madrid capital, hace que casi obligatoriamente tengas que ir en coche, pero es de fácil aparcamiento y vale la pena. Se encuentra en el Museo del Traje, al lado de la A-6 casi ya en su entrada (o salida) a Madrid, ya en Ciudad Universitaria. No he cenado en el interior, pero su terraza situada en un amplio jardín es magnífica.

Bokado, al menos su terraza, es un sitio para ir a cenar sin prisas. El servicio no es excesivamente rápido, pero parece que el lugar y el ambiente hace propicio que la velada se alargue algo más con sumo gusto, ya que el jardín es relajante y sumamente refrescante en las noches tórridas del Madrid veraniego, incluso con un piano sonando a lo lejos.

La comida aprueba con bastante nota. Los platos son de origen vasco creativo, pero con raciones abundantes y las materias primas de primera calidad. Tiene dos menús degustación en torno a 40 euros, sin incluir bebidas, con lo que te saldrá algo más de 60 euros por cubierto, siempre dependiendo del vino elegido. Buena carta de caldos. También puedes elegir una buena variedad de aguas. En fin, una apuesta ganadora para las estas fechas estivales.

lunes, 23 de agosto de 2010

¡Larga vida al Salón Chamartín!


El otro día me enteré de que mi añorado Salón Chamartín está cerrado por reformas. Es una mala noticia, pero a la vez estupenda, porque me han dicho que en septiembre, a más tardar, abrirá de nuevo sus puertas a sus viejos conocidos y otros nuevos transeúntes. Mi noviazgo con este peculiar lugar, situado en el distrito que lleva su nombre, comenzó hace unos trece años, unos meses después de llegar a la capital. No es un sitio cualquiera. Para empezar, el acceso es restringido, algo lógico si tenemos en cuenta que sus dueños, un matrimonio de sesenta y pocos años de edad, pero con la mitad de años en espíritu y jovialidad, viven y reinan entre sus paredes.

Es difícil definir qué es el Salón Chamartín. No es un local de copas, pero se toman unos cubatas y unos gintonics estupendos. No es una casa de comidas, pero en pocos sitios en las alturas de la capital (está en una planta 11º con increíbles vistas) comerás tan bien, pues la jefa de la casa igual te hace un cocido montañés, un salmorejo cordobés, un marmitaco, o una exquisita lasaña. Tampoco es un pub relajado para escuchar música, pero siempre se descubre a un nuevo autor, una melodía distinta, una canción francesa olvidada, las rancheras de siempre. El jefe de la casa es un DJ de primera. No es un local de conciertos, pero aquí se han vivido míticos recitales que aún se recuerdan de vez en cuando en algunos rincones de Madrid.

También se llegaron a representar algunas obras de teatro, creo recordar que sobre todo el Juan Tenorio, y hasta sirvió de plató para un corto de cine hace no muchos años. Dispone también de una biblioteca de vértigo, con títulos de todo y para todos. Famosas son sus lecturas poéticas, muchas veces aderezadas con música en directo. Aquí nació una joven editorial de poesía y cuentos, que aún pervive. Y creo que hasta ha servido de estudio de grabación. Me consta, además, que algunas semanas al año se hacen reuniones para ver óperas en minicine. En fin, una gozada. Por no decir que asomarse a la enorme balconada y ver el cielo de Madrid desde allá arriba con una copa en la mano no tiene precio.

El Salón Chamartín es historia viva de Madrid. Por sus sillones, de charla, en sus comidas, puros, representaciones, fiestas, etcétera han pasado en sus casi treinta años de vida todo tipo de personas con diversas ocupaciones: abogados, cantautores, políticos, jueces, empresarios, funcionarios, periodistas, ingenieros, escritores, amas de casa, vividores… muchos han sido los que no han querido perderse entrar y disfrutar de unos de los lugares más enigmáticos e indispensables de Madrid. No está en las guías, nadie habla de él en público, salvo en escasas ocasiones y como en este caso, sin dar muchos datos más que su nombre de guerra, que no aparece en casi ningún sitio, ni siquiera en el edificio en donde está.

Ahora está en obras, cerrado por reformas, pero me consta que ya está casi alicatado para abrir de nuevo sus puertas. Si usted tiene la suerte de ser invitado y alguien le lleva a este lugar tan especial, no lo dude, disfrútelo. Quizás allí nos encontremos, y quizás allí le cuenten algunas de las anécdotas e historias que yo, por respeto, no puedo contar en este blog.