viernes, 17 de septiembre de 2010

Juguetes y sueños


El verano, que irremediablemente ya pone fin, nos ha dejado dos buenas películas que aún permanecen en lo alto de las listas de las opiniones de los críticos y nada mal situadas en la taquilla. Toy Story 3 y Origen han animado el periodo estival tan propio de bodrios y cine exclusivamente “de palomitas”.

Toy Story 3 es el colofón a una trilogía genial del director John Lasseter y de Pixar y Disney, que han creado una bonita historia 15 años después del comienzo de la saga, que aúna colorido, diversión, suspense, miedo, tristeza y, por supuesto, alegría. ¿Quién dijo que los dibujos animados son para niños?

Origen ha sido un gran descubrimiento en el séptimo arte. Muchos la califican como la película del año, no sólo por su calidad cinematográfica sino por su capacidad de sorprender y adentrarse en el cine del siglo XXI, donde los efectos especiales se pueden combinar con buenos guiones sin necesidad de que la película sea un bluf.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Un bokado en el jardín


El verano se acaba. Da igual que oficialmente hasta el 22 ó 23 de septiembre no cambiemos de estación. La realidad es que el periodo estival está a punto de expirar. La gran mayoría de los españoles lleva ya un par de días en el tajo, y los que no, apuran las vacaciones en la playa, o en las piscinas de las ciudades a las que les quedan pocos días de vida. Pero si tenemos suerte, y el tiempo nos da una tregua, todavía podemos disfrutar de unos días más de alguno de los fabulosos restaurantes con terraza con los que cuenta Madrid.

Uno de los que más me gustan para esas noches de verano calurosas es Bokado. Su ubicación, un poco a desmano si vives en Madrid capital, hace que casi obligatoriamente tengas que ir en coche, pero es de fácil aparcamiento y vale la pena. Se encuentra en el Museo del Traje, al lado de la A-6 casi ya en su entrada (o salida) a Madrid, ya en Ciudad Universitaria. No he cenado en el interior, pero su terraza situada en un amplio jardín es magnífica.

Bokado, al menos su terraza, es un sitio para ir a cenar sin prisas. El servicio no es excesivamente rápido, pero parece que el lugar y el ambiente hace propicio que la velada se alargue algo más con sumo gusto, ya que el jardín es relajante y sumamente refrescante en las noches tórridas del Madrid veraniego, incluso con un piano sonando a lo lejos.

La comida aprueba con bastante nota. Los platos son de origen vasco creativo, pero con raciones abundantes y las materias primas de primera calidad. Tiene dos menús degustación en torno a 40 euros, sin incluir bebidas, con lo que te saldrá algo más de 60 euros por cubierto, siempre dependiendo del vino elegido. Buena carta de caldos. También puedes elegir una buena variedad de aguas. En fin, una apuesta ganadora para las estas fechas estivales.