miércoles, 1 de diciembre de 2010

¡Aquí hay tomate!


En los últimos meses he estado ya dos veces en el que, sin lugar a dudas, es uno de los restaurantes de moda de 2010 en Madrid. Curioso, ninguna de las dos ocasiones lo he elegido yo, pero es que cuando un restaurante se ponde de moda, ya se sabe... tanto, que me dicen que ahora es casi imposible reservar, que hay días que casi no cogen el teléfono. En fin...

Bar Tomate, un nombre reconozco que muy original, es la apuesta madrileña del grupo Tragaluz que está triunfando con la mayoría de sus restaurantes en Barcelona. Está ubicado en el distrito de Chamberí, pero casi al lado de Castellana y muy cerca del Barrio de Salamanca, con lo que destila algo de pijerío. Al mediodía, muchos ejecutivos de las empresas de la zona y por la noche, gente que se quiere dejar ver y probar nuevos sitios. El local, muy estilo neoyorquino, es de esos que parece destartalado, o lo que en personas sería algo desaliñado, pero si te fijas bien, está hecho así a propósito, sin perder de vista el más mínimo detalle. Un salón a la calle con ventanales a Fernando el Santo -en donde he comido las dos veces- y otro interior. Me pareció ver también dentro una mesa larga para compartir, tan propio de culturas más anglosajonas. Me llamaron la atención unas lámparas con forma de libros. En definitiva, una decoración curiosa, divertida, distinta.

La comida no está mal, lejos de ser uno de los grandes comedores actuales de la capital. Una cocina mediterránea pero algo creativa, con croquetas, tomates (que para algo se llama asé el sitio), ensaladas, hamburguesas, carpacccios, risottos, solomillos, steak tartar o un tartar de atún sobre guacamole, que por ejemplo yo probé y que estaba muy bueno. La carta de vinos algo escasa. Los postres a base de tartas y helado, aunque me gusté el detalle del surtido de quesos del país. El servicio de mesas algo regular. De precio es moderado, aunque me dicen que han subido algo los precios últimamente. La fama, es lo que tiene. Sale en torno a las 35-40 euros con vino.

En fin, si quieres una buena y breve conclusión. Vete si eres un novelero y quieres ver y dejarte ver, pero no vayas si lo que quieres es un sitio de buen comer.

1 comentario: