martes, 19 de mayo de 2009

Tenis y más tenis en San Isidro


Nada de toros. Nada de chotis. Nada de verbena. Nada de cocido madrileño, tortilla de patatas, barquillos o rosquillas de San Isidro, ya sean “listas” o “tontas”. Este año había que cambiar la pradera del santo patrón de Madrid por las pistas del nuevo Open de Tenis mixto, heredero del antiguo Masters. El Madrid Arena de la Casa de Campo dejaba paso a la flamante y espectacular Caja Mágica, esperamos que futura sede de tenis de los JJOO de Madrid 2016. El torneo no defraudó. Tenía entradas, como ya viene siendo habitual desde hace cinco o seis años, para las semifinales y final, aunque este año éstas se multiplicaban por dos, al jugar también las tenistas del circuito femenino (WTA). En total 6 partidos en dos días. Agotador, pero muy gratificante.

La nueva Caja impresiona, como decía en mi anterior post, sobre todo su pista central Manolo Santana donde caben 13.000 voces gritando y animando a Nadal. Porque sólo cuando el manacorí salió a la pista para jugar contra Djokovic (el sábado) o contra Federer (el domingo) las gradas estaban totalmente llenas. Lástima que España no tenga aún una afición al tenis como la de París o Londres, que llenan las pistas de sus torneos estrella sin necesidad de tener a un ídolo local entre los protagonistas del choque. Una pena ver la final femenina de la Nº1 del mundo Safina con un tercio de la pista llena, y los palcos desiertos, incluyendo el de las autoridades, que seguro preferían comer y beber gratis en el restaurante VIP. En fin…

Pero lejos de estos comentarios, o la crítica que hago a la organización del torneo por no dejar entrar comida (es decir, unos ‘míseros’ bocadillos que quedaban confiscados en las puertas) para luego ‘hacerse de oro’ cobrando perritos y hamburguesas a cinco euros (833 pesetas de las de antes), el fin de semana fue espléndido. El cielo lució su sol más radiante para iluminar la pista de tierra batida que estrenaba Madrid semanas antes de Roland Garros. Los espectadores llegaron ilusionados para ver gran tenis y los jugadores y jugadoras no defraudaron. Incluso nos regalaron una final masculina entre los dos mejores del mundo nunca vista antes en la capital de España. Lástima que como todos ya sabéis, Nadal no pudo alzarse con la victoria en la final del torneo, pero siempre no se puede ganar… Mención aparte tiene la semifinal del sábado entre el balear y Djokovic, que duró cuatro horas y que se resolvió “in extremis” en los minutos finales con una épica victoria de Nadal.

¡Qué grande es el buen tenis! ¡Qué gran fin de semana! A esperar al próximo año también en San Isidro. Ya tengo compradas las entradas.

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