martes, 5 de mayo de 2009

Un puente para el mejor teatro


El pasado miércoles asistí a la última representación de The Bridge Project, una iniciativa que ha traído por unos días al Teatro Español de Madrid a un equipo de actores británicos y americanos (algunos de ellos estrellas de Hollywood) dirigidos por el oscarizado Sam Mendes. Me aventuré y pude comprar una entrada, antes de que se agotaran, para la segunda de las obras representadas: The Winter’s Tale (Cuento de Invierno).

Se trata de la última obra que escribió Shakespeare. En ella se cuenta la historia de Leontes, rey de Sicilia, quien cree que su esposa, Hermione, y su mejor amigo, Polixilenes, rey de Bohemia, tienen un idilio. A pesar de las súplicas de la reina, que insiste en su inocencia, y de no tener evidencias previas, el Rey se deja llevar por los celos y destruye a su familia. La historia se desarrolla en dos partes diferenciadas: una en Sicilia, más dialogada, sentida y triste, representada por los actores británicos del elenco como Russell Beale o Rebecca Hall, y otra en Bohemia, más musical, colorida y alegre, representada por los actores americanos como Ehan Hawke o Richard Easton. El diferente acento inglés delata la procedencia de cada actor. Sin embargo, reconozco que sin los sobretítulos en español, me hubiera costado muchísimo seguir la obra. Tendré que estudiar más inglés por si The Bridge Project vuelve el año próximo a Madrid.

El montaje de Mendes (director de pelis como American Beauty, Camino a la perdición o Revolutionary Road) me pareció exquisito. Igual que ese sabor ni dulce ni salado de un buen manjar que te entra por el paladar y que disfrutas en cada bocado. Los actores, sólidos en sus personajes, delatan en sus interpretaciones: experiencia, carisma, entusiasmo, entrega, empuje, derroche… ¡qué fácil es ver una obra de teatro así! Una buena historia, bien escrita, que perdura en el tiempo, un gran director, un buen montaje con rigor y sin excesos, unos actores magníficos, un público entregado desde el primer hasta el último minuto.

Y todo fue magia en el último día en España de esta troupe que inició su viaje en Nueva York y tras alguna ciudad más, recalará en el Teatro Old Vic de Londres que dirige Kevin Spacey. Por cierto que las estrellas no sólo estaban sobre las tablas. En el patio de butacas también había caras conocidas, como la flamante ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, sus antecesoras en la presidencia de la Academia, Mercedes Sampietro y Marisa Paredes, Miguel Rellán, Rosa María Mateo, Lucía Jiménez, algún presentador de la tele,… nadie quería perderse este Shakespeare enamorado con más sabor anglosajón que nunca. Afortunadamente, me alegro de no habérmelo perdido. Gran velada teatral.

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